El distintivo “Tengo Baja Visión” cumple hoy dos años. Además de celebrarlo contigo, quiero hacerte partícipe de algunas reflexiones al respecto de su utilidad.
Identificarse como persona con baja visión no es algo sencillo. No nos gusta airear nuestras dificultades. De hecho, hay personas que aun cumpliendo los criterios de baja visión, pueden pasar desapercibidas la mayor parte del tiempo. Desgraciadamente, según vamos perdiendo visión, los problemas se hacen más patentes: nos chocamos a menudo, dejamos de saludar a conocidos, no nos apartamos, frenamos en seco, tiramos cosas, arrastramos los pies, no estrechamos la mano que nos tienden, etc. Somos conscientes de que, a los ojos del mundo, nos comportamos de forma extraña y esto nos hace sufrir. Nos sentimos incomprendidos y malinterpretados. Dejamos de lidiar únicamente con un problema visual, éste pasa a ser también social y emocional.
Es en este momento cuando el distintivo “Tengo Baja Visión” ayuda, quita carga psicológica, mejora la comprensión y consigue que nuestro entorno empatice con nosotros facilitando nuestra interacción social. Ayuda a que se nos entienda y eso hace que nos quitemos un gran peso de encima.
El primer día que me puse el distintivo “Tengo Baja Visión” fue difícil. Era muy consciente de llevar algo extraño con lo que aún no me sentía cómoda. Miraba a la gente buscando su reacción. Esto duró 2 días, el tiempo necesario para darme cuenta del bien que me hacía ir identificada. Pasé de sentir apuro porque me miraran a desear que lo hicieran, que vieran que lo “único” que me pasa es que no veo bien. No he dejado de ponérmelo ni un solo día y de hecho, estoy dispuesta a volver a casa si he olvidado cogerlo. Trato de llevar siempre varios encima: en el bolso, cartera, chaqueta, etc. Me protege y me hace sentir bien.
El distintivo “Tengo Baja Visión” funciona en el tú a tú. Cuando el de enfrente entiende que tenemos un problema visual, reacciona con naturalidad, facilitándonos la ayuda y comprensión que necesitamos. Funciona cuando tropezamos. La gente pasa de increparnos a disculparse por no haberse dado cuenta de que no vemos bien. Y funciona cuando nos cruzamos con un conocido. Ya no esperan que nosotros lo reconozcamos. Se acerca, nos saluda y si ve que no sabemos quién es, nos dice “hola Itzi, soy Paqui, tu vecina”. ¡La vida se hace más sencilla!
Creo firmemente en la utilidad del distintivo “Tengo Baja Visión” y en la necesidad de dar a conocer a la sociedad la existencia de la baja visión. Soy consciente de que se trata de un trabajo de largo recorrido, no vamos a conseguir que se entienda de un día para otro que existen personas que, a pesar de necesitar un bastón blanco para moverse con autonomía, pueden reconocer caras, leer carteles e incluso la letra pequeña del periódico. Que existen otras que no saludan a conocidos porque no son capaces de distinguir sus rasgos pero no necesitan de ayuda para caminar. También es difícil comprender a los que se vuelven, o mejor dicho nos volvemos, literalmente ciegos en la oscuridad. Y qué decir de los que sufren deslumbramiento y ni poniéndose la mano de visera pueden ver lo que tienen de frente… en fin, un mundo éste de la baja visión.
Nos mueve a seguir luchando el convencimiento de que todas las personas que sufrimos baja visión nos beneficiamos de la campaña de sensibilización del distintivo “Tengo Baja Visión”, seamos o no usuarias del mismo. El identificarse (o no) como persona con baja visión es una decisión personal y totalmente respetable. Pero no podríamos tomar esta decisión si no existiera la herramienta. Cuanto más se sepa de la baja visión y más conocido se haga el símbolo, mayor utilidad tendrá para las personas que lo utilicen.
Ganas nos sobran, paciencia también. Recursos económicos no tanto, pero los suplimos con la férrea voluntad de muchos colectivos y personas privadas por ayudarnos en nuestro propósito de sacar de la oscuridad la existencia de personas que ni vemos bien ni somos completamente ciegas.
¡Gracias a todos los que con vuestra ayuda y colaboración mejoráis la comprensión y la interacción social de los que tenemos baja visión!
Itziar González Lorenzo, Retinosis Gipuzkoa Begisare
+ info: www.tengobajavision.com