07/10/2019
En el marco de la Semana de la Visión, 30 asociaciones de personas con discapacidad visual y 200 especialistas presentan el distintivo Tengo Baja Visión para facilitar la interacción social de las personas que tienen esta condición. Más frecuente que la ceguera, hoy por hoy no existe ningún tratamiento farmacológico o cirugía para su corrección.
Con motivo de la Semana de la Visión, 30 agrupaciones de personas con discapacidad visual y 200 especialistas en baja visión presentan el distintivo Tengo Baja Visión, cuyo objetivo es facilitar la comprensión ante la problemática que ésta conlleva, mejorar la interacción social de las personas que tienen la condición y sensibilizar a la población sobre su existencia.
La baja visión es un grado menor que la ceguera y hoy por hoy no tiene cura. Sus síntomas se presentan en forma de visión borrosa, pérdida de visión central, de visión periférica o de una parte del campo visual. La degeneración macular, el glaucoma, la miopía magna, la retinopatía diabética, la retinosis pigmentaria y otras distrofias hereditarias de retina o la aniridia son algunas de las enfermedades que causan baja visión. En España, más de un millón de personas tienen esta condición.
La baja visión no mejora utilizando la corrección óptica adecuada ni con tratamiento farmacológico o cirugía. La reducción de la visión dificulta e incapacita para la realización de tareas de la vida cotidiana. Sin embargo, la mayoría de la población desconoce la existencia de personas con baja visión porque pasan desapercibidas. Este desconocimiento causa una gran incomprensión en la población, sobre todo si, como ocurre a menudo, la persona muestra unos ojos y mirada aparentemente sanos.
El distintivo Tengo Baja Visión ayuda a que las personas con baja visión sean reconocidas como tales evitando así interpretaciones erróneas cuando se comportan de manera extraña debido a su visión reducida. Esta condición visual conlleva, por ejemplo, no saludar a una persona conocida, no apartarse, caminar muy despacio, tropezarse, chocarse con un banco, una farola o un niño, no encontrar puertas de acceso o de salida, o preguntar por algo que es muy obvio para el resto.
El distintivo, que visibiliza la baja visión haciendo reconocibles a las personas que tienen la condición, se puede usar solo o acompañando al bastón blanco o perro guía, indicando con ello que quien lo usa tiene un resto útil de visión, es decir, que no es completamente ciega.
Difusión de la campaña: #TengoBajaVisión
Para dar la máxima difusión al lanzamiento del distintivo, la imagen de Tengo Baja Visión se mostrará en soportes publicitarios de mobiliario urbano de varias ciudades españolas, así como en centros comerciales. Desde Tengo Baja Visión piden a la población que se haga fotos con los mupis -soportes publicitarios- y las suban a sus redes sociales utilizando el hashtag #TengoBajaVisión.
Asimismo, las asociaciones de personas con discapacidad visual y los especialistas en baja visión colaborarán informando a quienes tienen la condición sobre el proyecto, entregando el distintivo e identificando sus centros como lugares integradores de personas con baja visión a través de carteles “Tengo Baja Visión – Aquí lo tenemos en cuenta”.
El apoyo de los y las profesionales ha sido clave para la consolidación del distintivo Tengo Baja Visión como una herramienta reconocida en España. Suman alrededor de 200 entre los que se encuentran tanto centros oftalmológicos de prestigio como especialistas de la oftalmología, ópticos expertos en baja visión y la sociedad científica que los representa (SEEBV), y profesionales de la rehabilitación de personas con discapacidad visual y su asociación (ASPREH).
Campaña estatal Tengo Baja Visión – Asociaciones de personas con discapacidad visual participantes
Campaña estatal Tengo Baja Visión – profesionales de la visión participantes
Campaña estatal Tengo Baja Visión – material de difusión en diferentes idiomas
Campaña estatal Tengo Baja Visión – descarga para difundir SPOTS, IMÁGENES y VÍDEOS